Declaración de Sánchez Flores de hoy sobre Isaac Romero y Youssef En-Nesyri tras la victoria del partido

Estuvo año y medio en el Cádiz, pero no fue posible: estaba lejos de casa. A los 19 años, volvió a jugar para Antoniano, pero su mentor Francisco José Cordero, que lo había visto crecer y terminar y lo había cambiado para enfocarse hacia adelante, seguía convencido de que podía lograrlo y llamó al Sevilla. Carlos Marchena, el entrenador asociado del Sevilla Atlético, no fue simplemente a verlo jugar; Marchena, de 39 años y recientemente dimitido, ex campeón del mundo que realmente participó en todos los encuentros y ama el fútbol, procedió a jugar contra él.

Se apoderó de Isaac, transformando la preparación en una prueba legítima. Hacia el final, él también quedó convencido.

Proveniente del fútbol provincial, principiante y con 19 años, Isaac estaba apareciendo más tarde de lo esperado, a pesar de que había algo en su avance que lo hacía único. Era 2018 y empezó por el Sevilla C, ascendiendo al grupo B, pero volvió a tener problemas en el hombro, se fracturó una pierna y el tiempo pasó. A mediados de año se incorporó al grupo principal en pretemporada. Sin embargo, José Luis Mendilibar necesitaba un jugador demostrado, un experto. No es que Romero pudiera ser utilizado periódicamente por el mismo motivo: dado que había cumplido 23 años, si se unía al grupo principal, debía ser duradero: era demasiado mayor para mantener su alistamiento en el grupo B y montar en los diferentes lados. Así que el Sevilla marcó a Mariano Díaz en todos los aspectos. No quedaban vacantes para la tripulación.

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Isaac estuvo a punto de irse para siempre (el Albacete de segunda división lo necesitaba) solo para que el jefe blandiendo del Sevilla, Víctor Orta, los convenciera a él y a su padre de quedarse, enseñándoles a ser persistentes. Pero en cualquier caso, cuando llegó la época más fría del año, Flores dejó claro que ya no tenía ninguna confianza en los delanteros Mariano o Rafa Mir, que sólo tienen cinco titularidades en la asociación y dos goles entre ellos, y La salida de Fernando les permitió incorporar otro jugador, no parecía probable que fuera Isaac.

Que es donde media la fortuna. La salida de Robert Bozenik procedente del Boavista no funcionó, ni siquiera después de haber pasado por un examen clínico, y después el intento de conseguir a David Datro Fofana, que parecía completamente acabado, implosionó porque el Chelsea había llegado a su límite por desconocidos. créditos. Esos no fueron los principales arreglos que no pudieron finalizar. Rafa Mir y Mariano seguían cerca pero no debían estarlo: “o llegas al nivel o no juegas”, afirmó Flores, afirmando que “determinados individuos descifran las peticiones de forma inesperada”. Youssef En-Nesyri estaba en la Copa Africana de Países, Lucas Ocampos jugaba como un nueve engañoso y el grupo estaba en emergencia. Así resultó: fueron 26 minutos contra el Alavés, y después la explosión.

Otro símbolo había aterrizado, simplemente él había estado allí desde el principio.

“No hemos encontrado a nadie; vimos a los niños preparándose y recogimos, eso es todo”, dice Flores. “Me gusta Isaac porque hace todo lo que le pides. Nos llena de energía. Somos muy afortunados de que esté con nosotros y es sencillo hasta el punto de que lo hace considerablemente más notable. Es una oportunidad para obtener algo nuevo. experiencia para toda la reunión. Te hace sentir profundo ver a los jóvenes allí. Éramos jóvenes una vez. El mentor abre una puerta, pero ellos son los que hacen las cosas; son brillantes”.

“Le ha traído hambre al Sevilla; eso es lo que necesitaba el grupo y se ha demostrado contagioso”, reclamó el anterior dirigente, Joaquín Caparrós. Él es, afirma Diego Simeone, “todo lo que busca un mentor”. Incluso el líder español Luis de la Fuente lo retrata como “un joven que me gusta muchísimo”. Todo el mundo lo hace, de hecho. Una existencia con Isaac es “agradable” para cada uno de ellos, admitió En-Nesyri este fin de semana y para él en particular. Liberado por el chico de Lebrija, la organización entre ellos se ha construido agradablemente desde el regreso del marroquí de Afcon, un título lo resumía precisamente el domingo por la mañana: “¡Qué par de avances tiene el Sevilla!”.

“Algo más que un buen jugador, Isaac es un buen compañero, un buen tipo, muy modesto, centrado y al final el destino mira con buenos ojos a personas así”, afirma el centrocampista Óliver Torres. “Ha esperado su segundo momento: nos está ayudando e idealmente podría seguir ayudándonos durante bastante tiempo. Estaremos allí para abrazarlo cada vez que marque. Realmente es una revelación extraordinaria para todos”.

De hecho, casi todo el mundo. En diciembre, algunos salvaguardas definitivamente lo sabían: habían visto a Isaac Romero no muy lejos en sus pantallas.