Las recientes declaraciones del técnico del Valencia, Rubén Baraja, al técnico del Sevilla, Sánchez Flores, tras el partido que dieron que hablar

El técnico del Valencia, Rubén Baraja, puso una máscara de frustración al reflexionar sobre el reñido empate 0-0 de su equipo contra el Sevilla. A pesar de la ausencia de goles, Baraja se negó a echarle la culpa a un posible penalti que iba en contra de su equipo y prefirió elogiar a sus jugadores por su valiente esfuerzo en el campo.

“Es importante reconocer el valor de este partido”, afirmó Baraja con orgullo. “Ejecutamos muchos aspectos de nuestro plan de juego de manera efectiva. El equipo mostró un tremendo esfuerzo físico y mantuvo un nivel constante de rendimiento durante todo el partido.

Luchamos con uñas y dientes hasta el pitido final y, aunque es decepcionante, estas son las realidades del fútbol. y debemos reconocer y saludar el esfuerzo de nuestros jugadores”.

Cuando se le preguntó sobre el polémico incidente de penalización que involucra a Dimitri Foulquier, Baraja se mantuvo diplomático y optó por no emitir un juicio apresurado.

“No tuve la oportunidad de ver el incidente en vivo”, admitió. “Al revisarlo rápidamente, parece que Foulquier se vio impedido en su intento de ejecutar la acción, tal vez debido a la naturaleza física de la pelea y la falta de un contacto claro hombro con hombro”.

La respuesta mesurada de Baraja reflejó su respeto por la decisión del árbitro, reconociendo la subjetividad inherente en momentos tan cruciales del juego. “Si bien puede haber una percepción de que podría haber sido un penalti, el árbitro consideró lo contrario”, admitió Baraja. “Es una decisión que debemos aceptar, incluso si no se alinea con nuestra propia interpretación de los acontecimientos”.

A pesar del empate, Baraja encontró consuelo en el desempeño general del Valencia, lamentando sólo su incapacidad para aprovechar las oportunidades de gol. “El Sevilla puede sentirse satisfecho de su despliegue defensivo”, reconoció. “Sin embargo, creo firmemente que fuimos el equipo dominante en el campo.

Creamos las mejores oportunidades y controlamos gran parte del juego. Merecíamos más que un simple punto, pero al final, nuestra incapacidad para convertir nuestras oportunidades en goles nos impidió conseguir los tres puntos”.

Después del partido, los sentimientos de Baraja reflejaron una sensación de determinación y resistencia, mientras la búsqueda del éxito del Valencia en la liga continuaba sin cesar. Si bien persistió la decepción por perder puntos, Baraja se mantuvo firme en su creencia en la capacidad del equipo para recuperarse más fuerte y luchar por alcanzar mayores alturas en los desafíos que se avecinan.

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